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La elección de aventurarte en la odisea de adquirir tu propio hogar es un tema de cuidado,
¡y créeme, como asesor hipotecario, sé que no es algo para tomar a la ligera! Para que este
movimiento sea un éxito, hay cuatro condiciones que deben alinearse como las piezas de un
rompecabezas.
Primero y sobre todo, es esencial tener la estabilidad laboral y financiera como un roble.
Nada de cambios abruptos en tu actividad laboral que pongan de cabeza tu mundo. Esto
significa que debes contar con al menos un año en tu empleo actual. En caso de ser una
persona independiente, la regla es tener al menos dos años dedicándote a tu actividad
económica actual y debe reflejarse en la información registrada ante el SAT. Tener una base
sólida es fundamental para evitar que tu aventura en el mundo inmobiliario se convierta en
una pesadilla.
Segundo, es hora de armar tu estrategia de ahorro y juntar esos billetes que te llevarán
directo al enganche de tu futura morada. Ahí va la realidad de los productos hipotecarios de
los bancos hoy en día: te dicen que deberás aportar como mínimo un 5% de enganche y
ellos te ponen el resto, pero, sinceramente, mi consejo es apuntar más alto aspirar al menos
al 15%. Claro, sé que suena como todo un reto, pero cuando mes a mes tengas que pagar tu
mensualidad, me lo agradecerás. Es clave tener una reserva guardadita por si se presenta
algún imprevisto, es decir no uses todos tus ahorros en la compra de tu depa. Dejar tu
cuenta en ceros no es la jugada ganadora. La movida es estar listo para dar el salto hacia el
enganche sin tener que hacer malabares con los centavos. ¡Así que vamos, a acumular ese
ahorro con determinación y construir el camino hacia tu propio hogar!
Tercero, y aquí viene la dosis de realidad, esto no es para novatos ni para los que ya han
soplado demasiadas velitas, ¡tienes que estar en onda entre los 25 y los 70 años! Es el rango
de oro para lanzarte a la búsqueda de tu nuevo hogar, donde la experiencia se mezcla con la
energía de la juventud. Ah, y para que lo sepas, este rango tan específico no es casualidad,
está marcado por los bancos para poder soltar ese crédito hipotecario que vas a necesitar.
Resulta que, según sus estadísticas, en estos años eres un cliente que les resulta atractivo,
¡eres rentable para ellos! Así que, ya sabes, ¡es tiempo de aprovechar esa etapa perfecta
para entrar al juego de la propiedad y conquistar tu propio espacio!
Y último, pero no menos crucial, no puedes andar arrastrando deudas como sombras. Si
quieres que esta historia tenga un final feliz, es hora de deshacerte de esos lastres
financieros.
En resumen, el momento justo para comprar tu casa no es solo una fecha marcada en el
calendario, es una combinación única de estabilidad, ahorros, edad y un toque de libertad
financiera. Si cumples con estos requisitos, felicidades, ¡estás listo para dar el salto y
convertir en realidad tu sueño de tener tu propio hogar! ¡Que comience la búsqueda del
lugar perfecto para llamarlo tu casa!